Artillería autopropulsada alemana
En 1940, se decidió montar un cañón de infantería pesado s.I.G.33 sobre el bastidor del obsoleto PzKpfw I dando origen al primer modelo fabricado para la artillería autopropulsada. Hasta 1943, Alemania no había podido construir nuevas instalaciones ni aumenta la capacidad de producción de nuevas armas que se necesitaban con urgencia en el frente. De hecho, el primer vehículo de la artillería autopropulsada fabricado en cantidades sustanciales para la Wehrmacht sería sobre el bastidor de un Beutepanzer (carro de combate capturado) de fabricación francesa. Fue durante este año cuando nació una nueva rama de las fuerzas armadas, la Panzerartillerie.
De este modo, se desarrollaron cañones de artillería autopropulsados improvisados para permitir que los ataques de movimiento rápido tuvieran apoyo de artillería que pudiera seguir el ritmo del avance de las Panzerdivisionen. Podrían usar el modo de fuego directo a objetivos que pudieran ver o, más comúnmente, usar fuego indirecto a objetivos trazados en un mapa. Los vehículos resultantes no fueron diseñados para estar en primera línea de batalla o entrar en combate con otros carros de combate. Estas piezas de artillería autopropulsada disparaban proyectiles de alto explosivo en fuego indirecto, sobre las tropas amigas avanzando, batiendo las posiciones enemigas antes del asalto final. La mayoría de los objetivos eran acordados previamente y su fuego corregido mediante los observadores de artillería avanzados.
El diseño trasero abierto de estos cañones autopropulsados tenía, sin duda, una serie de ventajas. La posición elevada del comandante cuando estaba de píe en el compartimiento de la tripulación, detrás del escudo blindado protector, significaba que tenía una buena vista desde todos los lados. Si existiera la amenaza de fuego de armas pequeñas enemigas, entonces la tripulación podría usar el telescopio de telémetro de tijera (doble lente) que podría alcanzar la parte superior de la ventana blindada y continuar con su misión de fuego. Sin embargo, los vehículos de artillería autopropulsada tenían algunas desventajas, la principal de ellas era que carecían de techo para proteger a la tripulación. La tripulación estaba expuesta a los elementos climáticos y eran vulnerables a los ataques con granadas de mano, fuego de mortero y la metralla de proyectiles que estallaban en el aire. Para proteger a la tripulación de las inclemencias del tiempo se fabricaron cubiertas de lluvia que cerraban la cámara de combate y el propio cañón.
Fuentes:ENGELMANN, J. “German light field artillery 1935-1945” Schiffer Military, 1995. “Deutsche Artillerie 1934-1945: Eine Dokumentation in Text, Skizzen und Bildern: Ausrüstung, Gliederung, Ausbildung, Führung, Einsatz” C. A. Starke, 1974
JENTZ, T. “Panzer Tracks No.10. Artillerie Selbstfahrlafetten”
English version
In 1940, it was decided to mount a heavy infantry cannon S.I.G.33 on the frame of the obsolete PzKpfw I, giving rise to the first model manufactured for self-propelled artillery. Until 1943, Germany had not been able to build new facilities or increase production capacity for new weapons that were urgently needed at the front. In fact, the first self-propelled artillery vehicle manufactured in substantial quantities for the Wehrmacht would be on the frame of a French-made Beutepanzer (captured battle tank). It was during this year that a new branch of the armed forces, the Panzerartillerie, was born.
Thus, improvised self-propelled artillery guns were developed to allow fast-moving attacks to have artillery support that could keep pace with the advance of the Panzerdivisionen. They could use direct fire mode at targets they could see or, more commonly, use indirect fire at targets plotted on a map. The resulting vehicles were not designed to be on the front lines of battle or engage in combat with other battle tanks. These self-propelled artillery pieces fired high-explosive projectiles in indirect fire at advancing friendly troops, battering enemy positions before the final assault. Most objectives were agreed upon in advance and their fire corrected by advanced artillery observers.
The open rear design of these self-propelled guns undoubtedly had a number of advantages. The commander's elevated position when standing in the crew compartment, behind the protective armor shield, meant that he had a good view from all sides. If there was a threat of enemy small arms fire, then the crew could use the scissor (dual lens) rangefinder telescope which could reach the top of the armored window and continue their fire mission. However, self-propelled artillery vehicles had some disadvantages, the main one being that they lacked a roof to protect the crew. The crew were exposed to the elements and were vulnerable to attacks with hand grenades, mortar fire and shrapnel from mid-air shells. To protect the crew from inclement weather, rain covers were made that closed the combat chamber and the cannon itself.
Sources:
ENGELMANN, J. “German light field artillery 1935-1945” Schiffer Military, 1995. “Deutsche
Artillerie 1934-1945: Eine Dokumentation in Text, Skizzen und Bildern:
Ausrüstung, Gliederung, Ausbildung, Führung, Einsatz” C. A. Starke, 1974
JENTZ, T. “Panzer Tracks No.10. Artillerie Selbstfahrlafetten”