San-ryu-Scha: Los rezagados del Pacifico
Tras las operaciones de reconquista norteamericanas en el Pacífico, varias decenas de soldados japoneses decidieron ocultarse en las junglas de diferentes islas -Guam, Filipinas, Mindoro, Nueva Guinea, etc- antes de sufrir el deshonor de la rendición.
Ignorando de que la guerra había terminado en 1945, algunos "san-ryu-scha" (nombre con el que se conoce a estos rezagados en Japón) llegaron, como en el caso del teniente del Ejército Imperial Hiroo Omoda, a permanecer más de treinta años escondidos en las junglas del Pacífico.
En un primer momento fueorn las autoridades estadounidenses las encargadas de "recuperar" a estos singulares naúfragos, pero, a partir del año de 1959, el propio Gobierno japonés creó un departamento dentro del Ministerio de Sanidad y Salud Pública al objeto de hacer regresar al Japón a sus "últimos soldados"
Algunos de ellos, como el teniente Yamamoto (15 años oculto enla isla de Mindoro) logró comerciar con las primitivas tribus salvajes de la isla, llegando a cultivar la tierra, criando cerdos y gallinas cambiadas a los nativos por sus relojes. Cuando en 1960 un experto en prospecciones petrolíferas norteamericano le descubrió Yamamoto vivía en una primitiva cabaña de madera con numerosos dormitorios, un cuarto de baño con bañera de piedra, un sistema de agua corriente canalizada por cañas de banbú y una destilería de licor de plátanos. Al ser "rescatado", Yamamoto y sus cinco hombres ofrecieron a sus "salvadores" una fiesta que duró tres días, entre cerdos asados y aguardiente de plátano.
El soldado Shoichi Yokoi fue otro de estos naúfragos de la selva.El soldado fue encontrado el 24 de enero de 1972 en la isla de Guam, después de 28 años y desconocía que la guerra había terminado. De sastre de profesión fue llamado a filas siendo destinado a China en un primer momento. Ya en 1944 fue enviado junto a su unidad a la isla de Guam en el Pacífico Sur para participar en su defensa. Cuando los Marine desembarcaron en la isla sus 19.000 defensores japoneses presentaron una dura resistencia y la gran mayoría de ellos murieron en los combates. Unos 2.000 soldados huyeron a la selva entregándose cuando Japón se rindió en 1945.
Sin embargo un pequeño grupo de soldados permaneció escondido en la selva ya que no sabían que la guerra había terminado ya. Uno de estos hombres era el sargento Shoichi Yokoi junto con otros 8 soldados más. Las enfermedades y otras causas fueron acabando con ellos hasta que Yokoi fue el último superviviente del grupo. Durante 28 años vivió en un sitio inhóspito alimentándose de cangrejos, ratas, caracoles, anguilas y frutas. El uniforme terminó por desaparecer en jirones de ropa y se elaboró unos ropajes utilizando corteza de árbol.
Llegó a escuchar alguna noticia sobre el fin de la guerra pero pensó que se trataba de propaganda americana para hacer salir a los últimos resistentes. Cumpliendo con su promesa de no entregarse al enemigo, permaneció oculto en la selva.
Fue descubierto por dos cazadores mientras pescaba pero cuando estos trataron de comunicarse con él corrió a refugiarse en su cueva. Finalmente fue rescatado y regresó al Japón, donde se le recibió como un héroe y allí declaró que sentía vergüenza por no haber cumplido su misión. A pesar de los cambios tecnológicos, se adaptó muy rápido a su nueva vida, escribió dos libros y trabajó en televisión en un programa de tácticas de supervivencia. Murió en 1997 después de haber manifestado su desencanto por el Japón moderno.
Desgraciadamente otros muchos "san-ryu-scha" o tuvieron tanta suerte, y la malaria, junto con ataques de los salvajes nativos acabaron con sus vidas.
Agujero por el que se entraba a la cueva de Yokoi
El interior de la cueva.
Disposición del interio de la cueva.
Shoichi Yokoi a su llegada a Tokio en 1972
Teniente Hiroo Onoda, permaneció 30 años en la selva filipina.
Fuente:
Artículo ABC "La Segunda Guerra Mundial. Cincuenta años después".
Artículo ABC "La Segunda Guerra Mundial. Cincuenta años después".
English version
After the reconquest U.S. operations in the Pacific, dozens of Japanese soldiers went into hiding in the jungles of different islands, Guam, Philippines, Mindoro, New Guinea, etc., before suffering the dishonor of surrender.
Unaware that the war had ended in 1945, some "san-ryu-scha" (the name is known to those left behind in Japan) came, as in the case of Lieutenant Hiroo Omodos Imperial Army, to stay more than thirty years hiding in the jungles of the Pacific.
At first fueorn the U.S. authorities in charge of "recover" these unique shipwrecked, but from the year 1959, the Japanese government itself created a department within the Ministry of Health and Public Health in order to return to Japan their "last soldiers"
Some, like Lt. Yamamoto (15 years inthe hidden island of Mindoro) managed to deal with the primitive savage tribes of the island, coming to farm, raising pigs and chickens, the natives changed their clocks. When in 1960 an expert in U.S. oil exploration Yamamoto was discovered living in a primitive wooden shack with several bedrooms, a bathroom with bath stone, a piped water system for Banbua rods and banana liqueur distillery. Being "rescued", Yamamoto and five men offered their "saviors" a party that lasted three days, between pigs roasted banana and rum.
Shoichi Yokoi was a soldier one of these castaways of selva.El soldier was found on January 24, 1972 on the island of Guam, after 28 years and was unaware that the war was over. In a tailor was called up was assigned to China in the first place. In 1944 he was sent with his unit to the island of Guam in the South Pacific to participate in his defense. When the Marines landed on the island its 19,000 Japanese defenders had a tough resistance and most of them died in the fighting. Some 2,000 soldiers fled into the jungle giving when Japan surrendered in 1945.
However, a small group of soldiers remained in hiding in the jungle and not knowing the war had already ended. One of these men was Sergeant Shoichi Yokoi, along with 8 other soldiers. Disease and other causes were killing them until Yokoi was the last survivor of the group. For 28 years he lived in an inhospitable place, feeding on crabs, rats, snails, eels and fruit. The uniform eventually disappeared in tattered clothes and garments produced using a tree bark.
He came to hear some news about the end of the war but thought it was American propaganda to flush out the last resistance. Delivering on its promise not to surrender to the enemy, remained hidden in the jungle.
It was discovered by two hunters while fishing but when they tried to communicate with him ran to his cave. He was eventually rescued and returned to Japan, where he was welcomed as a hero and there declared that he was ashamed for not having fulfilled his mission. Despite the technological changes very quickly adapted to his new life, he wrote two books and worked on television in a program of survival tactics. He died in 1997 after having expressed their disenchantment with modern Japan.
Unfortunately many "san-ryu-scha" or so lucky, and malaria, along with native wild attacks ended their lives.
Source:
Artículo ABC "La Segunda Guerra Mundial. Cincuenta años después".
Muy bueno, es la segunda ves que lo leo.
ResponderEliminar