lunes, 13 de diciembre de 2010

Jinetes de carro

Los tankodesantniki o “jinetes de carro”



El nacimiento de estas unidades estaba motivado por la falta de vehículos blindados para la infantería. Estas unidades estaban compuestas por unos 500 soldados cuyo armamento básico era el subfusil PSSh-41, varios cargadores adicionales y granadas de mano. Así mismo carecían de cualquier armamento más pesado por razones obvias. Estas unidades proporcionaban el apoyo inmediato a las unidades acorazadas y cada escuadra “cabalgaba” sobre su propio carro asignado previamente. Cuando un carro era inmovilizado o destruido los jinetes supervivientes saltaban a otro vehículo y si este corría la misma suerte repetían el proceso. Mientras que en los carros de combate viajaban entre 5 y 6 soldados, eran entre 8 y 10 en los medios (como en el caso del T-34) y llegaban hasta los 10 o 12 en los carros pesados.

Sus tácticas de combate eran extremadamente sencillas y su instrucción resultaba igualmente simple. La única maniobra bélica que practicaban era el asalto. Cuando tropezaban con cualquier oposición, no importaban cuán grande fuese, cargaban contra ella ya fuese a píe o a lomos de sus carros de combate. A estas unidades no parecía afectarles las condiciones climatológicas ni las bajas sufridas en combate. Combatían tanto con temperaturas bajo cero como en las llanuras del Don bajo el intenso sol del verano. 




La conducción de un carro de combate era algo sufrido en tiempos de paz pero durante un asalto acorazado, bajo el fuego enemigo y con terreno desigual era una experiencia aterradora. El cañón disparaba sin cesar mientras la torreta giraba de un lado a otro sin previo aviso. Con este panorama la “seguridad” de los jinetes de carros era algo que simplemente no existía. Durante los combates en Stalingrado un T-34 marchaba velozmente por una calle repleta de escombros, el conductor no vio un gran cráter y fue a parar al fondo del mismo. El carro quedó inutilizado y de los 8 jinetes que viajaban a lomos del carro sólo dos lograron salir vivos. Igualmente eran muy vulnerables al fuego enemigo tanto de ametralladoras como de las granadas, los proyectiles de artillería o el mismo fuego anticarro. Las unidades de infantería alemana batían a los jinetes mientras sus defensas anticarro se encargaban de los medios acorazados enemigos. De este modo la expectativa de supervivencia de los jinetes de carros no pasaba de las dos o tres semanas.

Con una misión tan peligrosa no era de extrañar que estos hombres fuesen muy duros, tanto en combate como en otros aspectos. Un oficial británico se encontró con una de estas unidades, ya en 1945, y quedó profundamente impresionado por su brutalidad. Los describió como poco más que animales, con un desprecio casi total por la existencia o los sufrimientos de otros seres humanos. Su disciplina era tan férrea como simple y brutal, mientras que su modo de aprovisionamiento era más parecido al saqueo y al pillaje del siglo XV que a cualquier otro modo en un ejército moderno. 


Bibliografía
ORMEÑO, J. “Las batallas de Kharkov. Los medios acorazados soviéticos 1941-1943”. Almena, 2011


English version

The birth of these units was motivated by the lack of armored infantry. These units were composed of about 500 soldiers whose basic weapon was the PSSH-41 submachine gun, several chargers and hand grenades. It also lacked any heavy weaponry for obvious reasons. These units provided immediate support for armored units and each squad "riding" on their own car previously assigned. When a car was immobilized or destroyed the surviving riders jumped into another car and whether it met the same fate repeated the process. While in the tanks traveling between 5 and 6 soldiers were between 8 and 10 in the media (as in the case of T-34) and reached up to 10 or 12 heavy trucks.

Their battle tactics were extremely simple and their instruction was equally simple. The only maneuver warfare was practiced by the assault. When faced with any opposition, no matter how big it was, charged against it either on foot or riding their chariots. These units do not appear to affect weather conditions or the casualties in combat. They fought both freezing temperatures and in the plains of the Don in the intense summer sun.

 T-34 Mod.1941/42, Crime

Driving a tank was something experienced in peacetime, but during an assault battleship under enemy fire and uneven ground was a terrifying experience. The cannon fired continuously while the turret turning from side to side without notice. With this view the "safety" car riders was something that simply did not exist. During the fighting in Stalingrad, a T-34 going fast down a street full of debris, the driver saw a large crater and went to the bottom. The car was disabled and the 8 riders riding on the back of the car only two made ​​it out alive. Also very vulnerable to enemy fire from both machine guns as grenades, artillery or antitank fire itself. German infantry units fought to the riders as antitank defenses were in charge of media enemy battleships. Thus the expected survival of car riders did not exceed two or three weeks.

With such a dangerous mission was not surprising that these men were very hard, both in combat and in other respects. A British official met one of these units, and in 1945, and was deeply impressed by his brutality. He described them as little more than animals, with an almost total disregard for the existence or the suffering of other human beings. His discipline was as fierce as simple and brutal, while the supply was so similar to the plunder and pillage of the fifteenth century than any other way in a modern army.



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1 comentario:

  1. Los comentarios del oficial ingles confirma lo que yo pensaba al ver las fotos de estos soldados, primitivos y salvajes, cual horda

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