lunes, 30 de agosto de 2010

Intercambio de prisioneros en España


España, escenario de intercambios de prisoneros


La marcada tradición de país neutral mostrada por España durante la Gran Guerra fue la causante de que los países beligerantes eligiesen a nuestro país por consenso como el marco del escenario del único intercambio de prisioneros de guerra que se realizó durante la II Guerra Mundial.

El 27 de octubre de 1943 y bajo los auspicios de la Roja Española llegó al puerto de Barcelona el barco de transporte alemán  “Aquileia”. En el interior de sus bodegas viajaban un total de 623 prisioneros británicos, 410 heridos y enfermos y 50 heridos de carácter grave. Se organizó el desembarco cuidadosamente y los primeros en poner pie en tierra fueron los australianos del Cuerpo Sanitario, que ayudarían al resto de sus compañeros de cautiverio en las siguientes fases. Tras ellos, les tocó el turno a escoceses y británicos, la mayoría de ellos procedentes de la campaña norteafricana dónde fueron capturados por las tropas de Rommel. 

Transporte sanitario alemán  “Aquileia

Durante este proceso de desembarco arribó a puerto el barco de transporte francés, con pabellón británico, “Cuba”. Tan pronto amarró comenzó el desembarco de los prisioneros alemanes que viajaban en su interior. En total 1.061 prisioneros y, como en el caso Aliado, casi todos procedentes del Afrika Korps. Las operaciones que se estaban desarrollando en los muelles eran supervisadas por el embajador inglés, sir Samuel Hoare y su esposa, y su homónimo alemán, el doctor Dieckhoff. que también estaba acompañado por su esposa. Como testigos del canje quedó el general Moscardó, el delegado de la Cruz Roja Internacional, doctor Abenz, y diversas autoridades españolas que acudieron a tal fin. 

 Dieckhoff en el momento del canje.

Después del desembarco se procedió a pasar revista comprobando la identidad de los liberados tras lo cual fueron recibidos en sus respectivos barcos con gran júbilo. Himnos y cánticos llenaron el puerto demostrando así la alegría del momento. La organización española tuvo gran cuidado para que ambos grupos de prisioneros no llegaran nunca a verse, como medida de precaución, en su tránsito por los muelles. Todo había sido meticulosamente estudiado para evitar tensiones entre ambos contingentes.

Hubo de esperar a febrero de 1944 para ver el segundo canje realizado en territorio español. Los alemanes entregaron en Irún un grupo de 36 heridos y mutilados ingleses y norteamericanos. Más tarde, el 17 de mayo, se efectuó la segunda parte del canje; de nuevo Barcelona fue el escenario escogido entregándose por parte alemana un total de 1.021 prisionero a cambio de la liberación de 833 de los suyos, entre ellos, el general de división Hans Kramer. 

 El embajador británico y su esposa hablando con los heridos británicos.

El general Moscardó con el embajador alemán Dieckhoff

Fuente:
Artículo íntegro ABC "La Segunda Guerra Mundial. Cincuenta años después". Fascículo nº 42 (pag.672)

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